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Columnas

26 de Marzo de 2020

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"Los Peces Sienten"

Por Soledad Robledo
Podcast Narices Húmedas | www.nariceshumedas.cl

 

Los animales acuáticos han sido acercados a la opinión pública, en los últimos cincuenta años, por Jacques Cousteau mostrando  su belleza, Greenpeace denunciando la caza de las ballenas, y los científicos advirtiendo sobre el cambio climático que está destruyendo los hábitats, de por ejemplo, el oso polar.

Me gustaría defender a los peces, en especial a los que matamos para comer como el salmón, el congrio y la corvina. Ellos no son vistos como individuos que necesitan ser comprendidos, respetados y protegidos.   

Tendemos a ver a un pez como una cosa, no así a un delfín. Esto es debido a nuestro antropocentrismo, es decir, la insistencia del hombre de ser el centro del mundo; todas las demás especies deben parecerse a él. Por eso, nos identificamos más con seres que muestran expresiones faciales y lenguaje corporal parecidos a los nuestros: ojos que nos miran, bocas que parecen sonreír  y cuerpos que se mueven cuando nos sienten venir. Pero aunque el pez no pueda “sonreír”, él debería ser apreciado como cualquier otro ser del planeta, que está aquí para desarrollar su existencia y vivir plenamente, nadando, comunicándose, viviendo con otros animales, procreándose, alimentándose y descansando.

Hay que subrayar que los peces son seres sintientes, tal como lo probó Lord Medway siendo respaldado por el resto de la comunidad científica. Ellos sienten dolor, angustia y miedo, o sea, pueden sufrir. Entonces, cualquier tipo de pesca es dañina tanto cuando el animal está en el gancho de la caña de pescar, o cuando se sofoca al ser sacado del agua. ¡Qué decir de la pesca industrial! Explosivos detonados en el mar o redes que tiran millones de toneladas de animales del océano, apretándolos tan fuertemente contra los bordes, que sus cuerpos llegan a explotar. La guinda de la torta son las salmoneras que las naciones desarrolladas explotan en Chile, ya que en sus propios países no lo pueden hacer. Resultado: animales hacinados, con graves enfermedades, en aguas contaminadas.

Las personas que quieran seguir probando sabores del mar, como también nutrirse,  lo pueden hacer sin participar en el sufrimiento de nadie. Hoy existen cada vez más opciones veganas: sushi hecho por emprendedores, filetes de “no pescado” en supermercados y recetas para preparar en la cocina con la maravilla que son las algas.

¡Así es que dejemos a los peces en paz! Cada uno debe vivir en la naturaleza, en sus aguas calmas o tormentosas, sin violencia alguna por parte de los humanos.

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